A propósito de la Ley de la Atracción

Etiquetas

, , ,

«Cuando alguien desea algo muy intensamente, el destino conjura para que su sueño se convierta en realidad» algo así decía el libro de «El Alquimista» de Coelho, el cual leí hace unos años. Esta frase me quedó grabada a fuego aunque no la hice mucho caso, pensando que eran moralejas tópicas que nunca se cumplían…Escepticismo que empecé a cuestionarme cuando se empezó a poner de moda un libro llamado «El Secreto» y de repente, todo el mundo practicaba la dichosa Ley de la Atracción que hasta entonces decían que había estado restringida a los más grandes y exitosos de la historia…

Pues bien, paralelamente a todos estos hechos, mientras mi vena futbolera afloraba y veía un partido del Barça por la tele, me fijé en un chico muy simpático, veloz y entregado al cual llamaban por el gracioso nombre de Pedrito…En ese momento supe  por mera intuición, que el canario tímido y humilde llegaría muy lejos. Mi vista se fijó en él instintivamente y me quedé prendada porque ya noté los valores que llevaba por bgandera.

Desde ese día, supe dentro de mí y de manera explicable que un día, tendría el placer de conocerlo…Mientras, veía cada partido, le animaba con fervor, lloraba de emoción cuando marcaba, me alegraba por sus éxitos, maldecía a los que le pegaban patadas y le apoyaba en sus derrotas, sin perder mi ciega confianza en él..(que han sido muy pocas). Pensaba «Este chico se merece su club de fans oficial» (frase que hace unos días, curiosamente, Sergi Busquets pronunció delante de Pedro y mío. «Estos valores hay que potenciarlos y hacérselos llegar a todo el mundo. Sé que llegará ese día…»

Pasados dos años, yo seguía manteniendo esa fé en que él y yo coincidiríamos alguna vez y de repente un jueves cualquiera recibo una llamada para ir a un viaje con los jugadores…La oportunidad se presentaba ante mis narices de la manera más anecdótica y cuando ya ni siquiera lo tenía en mente, aunque estos dos años la estuve alimentando a base de fé, imágenes, sueños y planes cumplidos en mi cabeza.

Una vez presentada la oportunidad y ,claro está,  poniendo todo de mi parte para que sucediera (sacrificando otras cosas no por ello menos importantes), pude hacer mi sueño realidad…Y todo fue «rodado», como si supiera que era de orden supremo que pasara,  que era algo que tenía que pasar… Y eso que eran muchos los factores externos que no podía controlar ni supervisar. Tanta fue la manera fluida en la que pasaron los hechos que incluso pude regalarle una poesía escrita de mi puño y letra al jugador de mis amores…

Don Pedro, El Goleador

Pedro, Don Pedro, Grande de España,

sense tu el Barça no guanya.

Pedro Rodríguez, canario de nacimiento

y culé de sentimiento,

mi corazón has conquistado,

y a miles de fans te has ganado.

Con orgullo llevas mi número de la suerte

y así espero que sea…Blaugrana hasta la muerte!!

De la nada naciste

y en una estrella te convertiste.

Incluso en la selección has debutado y es que…

a cada partido que vas has triunfado!!

En el campo todo lo das,

por eso eres el jugador que me gusta más.

Delantero y goleador,

verte jugar es un primor.

Talento en movimiento,

genio y velocidad,

junto con una gran dosis

de sencillez y humildad,

hacen la fórmula magistral

que te hacen ser tan especial.

Luchador y guerrero nato,

hasta la fecha el único que goleó

en todos los campeonatos.

Con la ilusión de verte marcar

en cada partido yo intento estar.

GOOOOOL!!!! Pedrito marcó,

y el campo en una fiesta se convirtió.

 Siempre simpático y atento,

a todos tus seguidores dejas contentos.

Sonrisa encantadora…

Normal que sea tu más fiel admiradora!!

Por eso te pido y te ruego,

y no quiero dejarlo para luego,

que mi sueño hagas realidad

y tengas tu club oficial,

porque…Siendo como eres, tan especial,

TE MERECES ESO Y MUCHO MÁS!!!

Con lo que quiero llegar con todo esto es a decir que la típica y tópica Ley de la Atracción funciona y cómo funciona!!!! De esta experiencia os puedo decir que de verdad es completamente efectiva ( y no, no me he «fumado» nada).

Las claves para que la Ley de la Atracción funcione son fáciles de decir y un poco más difíciles de hacer, pero como dice Adidas, «Nothing is Impossible».Ahí van:

– Lo primero de todo, desear algo con todas tus fuerzas, y sabes que lo deseas de esta manera porque es un deseo intrínseco, casi intuitivo, que nace de lo más profundo de tí y que no puedes explicar.

– Este deseo has de verbalizarlo y hacerlo realidad en tu mente, es decir, hablar como si lo hubieras conseguido o hablar de él como algo que sabes a ciencia cierta que ocurrirá, como una verdad irrefutable.

– Una vez se presente la oportunidad (que se presentará cuando menos lo esperes) has de estar preparado como Rambo para hacer todo lo posible para conseguirlo. Aprovechar la oportunidad es LA CLAVE. Y habrá dificultades e impedimentos que te harán tirar la toalla, ¡no desistas! Dicen que todo lo bueno se hace esperar y que cuanto más cueste lo que quieres conseguir, más satisfacción produce. Sigue pensando que lo conseguirás. De hecho las cosas fáciles de conseguir son las que antes se esfuman.

– Verás que tu sueño se consigue cuando veas que una vez en la situación, todo fluye, como un río que va por su verdadero cauce. Es ahí cuando entenderás que todo tiene un sentido y que todas las piezas han sido insertadas correctamente, como un puzzle.

– Y una vez conseguido, debes marcarte un nuevo sueño a conseguir.  De un sueño conseguido nace otro sueño y así sucesivamente…Esto es lo que da sentido a la vida, lo que la hace ser tan interesante…Yo de momento, cumplí mi sueño y voy a por otro, porque sé que lo conseguiré…

¿Y tú? ¿Has conseguido algún sueño que tuvieras?

¿El principio del fin o el fin del principio?

Menudo galimatías…El principio del fin, el fin del principio…Nada más y nada menos que la mejor prueba que dos palabras aparentemente contradictorias y diametralmente opuestas pueden estar juntas…Como la vida misma.

Cuántas veces he escuchado…Treinta?? Si estás en la flor de la vida!!! Pues todo es como lo del vaso…según se mire! A eso me refiero con lo del fin del principio o el principio del fin…

Se mire como se mire, los treinta, te dejan marcado, como las sábanas cuando te despiertas, y tardan un rato largo en quitarse, exactamente diez años o dos lustros… o una década. Y marcan el fin de una edad y el inicio de otra.

Tecnicismos aparte, lo que es obvio es que los treinta son una edad…importante ejem, ejem! Te haces mayor, responsable, cambias de chip, cambias de forma, como Astrud…(solamente  inteligible para los más indio-tas). Incluso el nombre impulsa a cambiar la manera de dirigirte a alguien…Srta pasa a ser Sra, tú pasa a ser Ud….Mejor que tengais un apellido que quede bonito en combinación con Señor o Señora…:)

Sea como fuere, éste es el entremés de la bitácora de una Trenty Girl cualquiera, que aún jovenzuela y sin esta lucidez que dan los treinta (dan un aire Loewe, doy fé), se lió la manta a la cabeza y decidió emprender (ahora está muy de moda esto del emprendimiento, ser trenty no está quitado con ser trendy)….la mayor aventura y empresa que hay: SU vida. Solamente suya y de nadie más.

Barcelona fue la ciudad elegida y en este caso sí que fue por la Sagrada Familia, ya que su luz al amanecer mientras subía por las escaleras mecánicas del metro me cautivó tanto, que deseé que mis hijos de mayores jugaran en el Parque Güell. Así fue como la Ley de la Atracción me jugó una mala pasada y voilá…Barcelona at my feet!

Y…aquí estamos y aunque no tenemos claro dónde vamos, sí que tenemos claro donde no vamos, lo cual es algo. Sea lo que sea este algo y este lugar…que siempre sea soleado, y si puede ser, con palmeras 🙂

Por si no os habeis enterado de nada de lo que he explicado (sé que al principio mi estilo literario y/o narrativo cuesta, luego es coser y cantar), os dejo esta foto que he cogido prestada de manera subrepticia a uno de los miles (sin exagerar) de amigos que tengo en una de las redes sociales…(sí, además soy una chica 2.0, que no quiere decir que no sea una mujer 10).

Pero….Ésta es otra historia que debe ser contada en otra ocasión.